DESDE BUENOS AIRES- ARGENTINA, Y PARA EL MUNDO


DESCUBRA Y TRANSPORTESE EN EL FASCINANTE MUNDO DE LOS ENIGMAS QUE ACOMPAÑARON Y COEXISTEN CON LA HUMANIDAD DESDE SIEMPRE

ROSWELL: LA OTRA HISTORIA


Esta es la contracara de la historia oficial conocida del Incidente Roswell, porque de haber ocurrido el famoso episodio del Crash- o el impacto de una nave de procedencia no terrestre, con sus tripulantes no humanos, del 2 de julio de 1947 en Nuevo México, es donde inmediatamente el ejército se apoderó de todo el material obtenido, cercando todo un perímetro alrededor, con estacas de madera y cintas para que nadie se aproxime...

En este mismo sitio de Fenómenos Misteriosos pudimos conocer bien el Incidente Roswell, con los registros de los testigos más destacados, quienes pudieron tener acceso a materiales y documentos que momentos después del incidente han sido clasificados y omitidos para el público estadounidense, y para el mundo. Pero es de gran importancia mencionar que esta sea la contracara del Caso Roswell, porque es interesante que conozcan la historia de un Oficial de inteligencia, y después Teniente-Coronel, que trabajó y colaboró en el ejército de los Estados Unidos, a partir de la década de los cuarenta en adelante... Esta, es la historia de Philip Corso...

EL COMIENZO

En el año 1942, a un año después del ataque a Peral Harbor, Philip Corso, un joven de Pensilvania fue reclutado en el ejército americano. Durante la Segunda Guerra Mundial se prepara como Oficial de Inteligencia, y con apenas 29 años se entrena como Cazador de Espías en Roma, y tiempo después como Comandante de Artillería.

La historia militar de Philip Corso es un tanto extensa, de haber estado en Asia sirviendo como oficial de Inteligencia, tanto como en Alemania incluso. Fue Teniente-Coronel, estando activo durante las décadas de 1940, 1950, y parte de 1960- siendo que ya en este año estuvo virtualmente retirado, como Consejero de Unidad por medio tiempo, de una guardia nacional en Meriland.

El 21 de abril de 1947, Corso vuelve a EE.UU. para entrenamiento adicional, en la escuela de inteligencia del ejército, en Fort Riley- Kansas.

Tres meses después, tendría un encuentro impactante para su asombro...


LA EXPERIENCIA QUE CAMBIARIA SU VIDA

Philip Corso, ya con 32 años, es ahora el oficial de Post-Guardia, teniendo este rango como guardia a cargo de la Base. Esa noche del incidente en Roswell hubo muchos rumores por lo sucedido, y cinco camiones que contenían “materiales de un accidente aéreo” llegaron a la base de Fort Riley. Corso quedó totalmente impactado por este cargamento. Cerca de las 11.PM, Corso aseguró que pudo entrar al edificio donde se encontraba el cargamento con todos estos restos, y en ese entonces un guardia le dice que en uno de los cargamentos se “hallaba algo que no comprendía exactamente lo que era”- un episodio donde el oficial Corso decide verlo por si mismo, para chequear tal misterio. Lo que él describe viendo la parte exterior de este cargamento, es que se parecía mucho a un “Ataúd de Niños”, para luego levantar la tapa, y encontrarse con la gran sorpresa...

Estas son algunas de sus descripciones, acerca de lo que pudo ver aquel día:

“Era un cuerpo semejante a un humanoide, con una cabeza mas grande de lo normal, careciendo de cabello, sus ojos eran muy grandes, y la estructura de su cuerpo no era tan ancha como la de nuestros cuerpos, sino mucho mas delgado...”

A partir de este momento se considera que comenzaba una etapa muy diferente en la carrera militar de P.Corso.


UN PERSONAJE MUY CALIFICADO

Arthur Trudeau- graduado en West Point en 1924, fue quien obtuvo la asignación de un oficial de “Ideas Modernas”. Durante los tiempos de La Guerra Fría fue pionero en el entrenamiento tecnológico de oficiales de inteligencia, y para 1958 fue nombrado como Director de Investigación y Desarrollo del Ejército. En su momento tuvo la oportunidad de traer a un delegado, y es así que a nombrado a Philip Corso, para el desarrollo de investigación del ejército. El general Trudeau le dijo a Corso en aquel entonces que iba a establecer una división extranjera de tecnología, y que lo asignaba como jefe de esta división.

Philip Corso trabajó en el Pentágono, en la que el asegura que requería información de equipos militares extranjeros, como por ejemplo- Helicópteros en desarrollo por los Franceses, o el caza militar británico de despegue vertical. Estos equipos tecnológicos del tipo convencional tendrían un cambio, de lo que ellos llamaban Ingeniería Inversa.

El trabajo de este proyecto consistía en tener esta tecnología extranjera, para poder aplicar esta “Ingeniería Inversa”, con el fin de desarrollar alguna clase de Prototipo en particular, y a nuestro cronograma tecnológico.

A raíz de todo esto, un 20 de julio de 1961, Trudeau llamó a la oficina de Philip Corso, para darle un documento sorprendente. El documento consistía en “analizar y examinar los restos de una nave no terrestre, estrellada en Roswell, en 1947”. El general Trudeau ordena que lleven un archivo a la oficina de Philip Corso en el Pentágono. En la sección de todos los archivos bien guardados, Corso admitió que estos documentos contenían información de “visitas extraterrestres a la tierra, y de tecnología no terrestre”, con la cual comenzó a interesarse de lleno para ver la forma en poder aplicarla a la nuestra.


MATERIALES HALLADOS DENTRO DE LA NAVE DE ROSWELL

Según lo que cuenta la siguiente documentación oficial, estos son algunos de los elementos de tecnología “no terrestre”, recreadas en imágenes por computadora, que supuestamente fueron encontrados en el interior de la nave del incidente Roswell, que incluso pudo ser examinadas por Philip Corso, los cuales han sido parte de los archivos secretos, y que tal ves sigan ocultas bajo estrictas normas de seguridad en el Pentágono...


Un pedazo de Tela Metálica resistentemente fuerte. (Posiblemente pudo ser una parte de la vestimenta de los tripulantes, pero un derivado de este mismo podría ser para nosotros más conocido como el Kevlar, un material del chaleco antibalas).


Una especie de Tubo, semejante a un Bolígrafo o Lapicera, donde en uno de sus extremos posee la salida de una luz aparentemente roja. Este mismo artefacto podía quemar o producir agujeros en la pared. (Es importante destacar este punto, porque con este dato nos viene como un relámpago a la mente de que se estaría tratando de un Láser, en una época donde únicamente la fuente lumínica que existía era la convencional, es decir, de las lámparas, y televisores Blanco y Negro, etc.


Una especie de Bincha o Banda ajustable a la cabeza, que pudo servir como parte de un elemento para controlar los pensamientos, o la misma nave extraterrestre.


Un circuito electrónico, que pudo ser muy similar a los circuitos integrados que todos conocemos hoy en día.




Un cable flexible en forma de “Y Griega”, la cual en pleno funcionamiento pudo haber sido un conductor de luz en su interior. Es interesante saber que por lo visto se trataba de lo que tiempo después se conocía como Fibra Óptica, copiando esta tecnología, y obteniendo un derivado de esta misma.


Una especie de lentes en forma Oblicua, que incluso serviría para ver en la oscuridad, extraida de uno de los ojos de los presuntos extraterrestres.

Imágenes extraídas del documental: History Channel

Teniendo en cuenta todos estos puntos en común, ahora podemos suponer con total seguridad, en la medida de que todos estos datos sean auténticamente verdaderos, de que nuestro mundo fue transformado, y como quien dice- “de la noche a la mañana”. Recordemos que el salto tecnológico de los años 60 y 70 en adelante que tuvo la ciencia fue tremendo.

UN DATO SORPRENDENTE

Avanzando un poco más, acerca de los documentos clasificados, de los que pudo tener acceso Philip Corso, cuenta que la nave de Roswell pudo haber funcionado de otras maneras poco conocidas, es decir, que pudo haber “saltado en el tiempo”, porque parecía ser que había como una especie de Onda-(quizás magnética)- alrededor de la nave espacial, la cual le permitía a esta misma realizar un “viaje en el tiempo”- ¡es un dato fascinante!- y algunos dicen que para entender este concepto, teniendo en cuenta las enormes distancias que deben efectuar estas naves espaciales, debemos salir de lo que científicamente se conoce como “el continuo espacio y tiempo”, desapareciendo y reaparecer en otro punto nuevo en el espacio.


Philip Corso nació un 22 de mayo de 1915, y falleció el 16 de julio de 1998. Fue autor de un libro de su obra, titulado: “Roswell- El Día Después”, publicado entre 1997 y 1998, junto con el investigador William Birnes, donde explica a fondo y en desarrollo toda esta tecnología secreta que pudo llegar a sus manos; con lo cual dejó un legado muy importante para las futuras generaciones.

Pasaron muchos años del Incidente, y todavía tenemos muchas dudas, acerca de toda esta historia... Roswell- La Otra Historia, al igual que el caso Kenneth Arnold del 24 de junio de 1947, quien bautizó el término Platillo Volador. Son enigmas que todavía continúan en la memoria de muchos, para pensar, y analizar con detenimiento.

2 comentarios:

  1. cuanto màs veo y leo sobre este asunto de los ovnis,menos creo,a no ser que sea avalada por alguna autoridad nacional de algun pais creible.

    ResponderEliminar